Mismos ingredientes, diferentes nombres. Del “gomelos” (fresas), al “pagua” (aguacate)
¿Qué es la crema para montar?
¿Qué son las judías verdes?
Al buscar recetas en internet nos topamos con ingredientes que desconocemos o pensamos que no existen en nuestro país.
Cuando empezaba mi vida en la gastronomía solía ir a internet y buscar recetas nuevas para practicar y mejorar. Con frecuencia me topaba con nombres de ingredientes que no eran conocidos para mí, situación que muchas veces me llevó a desistir de ciertas recetas. Sin embargo, con el tiempo fui aprendiendo los diferentes nombres que se le dan a ciertos ingredientes alrededor del mundo. Aquí te cuento cuáles son.
Crema para batir
La crema para batir puede ser muy versátil en el uso que se le puede dar. Normalmente se utiliza para la elaboración de postres, pero hay ciertas salsas calientes que se pueden prepara con este ingrediente. Los nombres más frecuentes que se le dan a esta crema son los siguientes:
-Crema de leche -Crema de nata -Nata líquida
Fresas
Esta fruta es de las preferidas al momento de hacer postres y jaleas. Incluso, los orientales hacen una deliciosa salsa caliente para acompañar los dedos de pollos fritos empanizados. Pero si buscas en internet recetas que incluyen fresas como ingredientes podrás toparte con ciertos nombres diferentes al que conocemos en El Salvador:
-Frutillas -Gomelos
Aguacate
El oro verde, el aguacate, ha tomado mucha relevancia con el paso del tiempo alrededor del mundo, motivo por el cual existen nombres muy diferentes para este alimento. Aquí te cuento los posibles nombres que te encontrarás en internet para el aguacate:
-Avocado -Cura -Palta -Pagua -Aligator Pear (pera de cocodrilo)
Azúcar glass
Infaltable al momento de hacer postres, es utilizada para la decoración y no para endulzar. Al mezclarla con un poco de agua se obtiene una pasta que se utiliza para cubrir ciertos postres. Esta capa, cuando se endurece, proporciona una sensación crocante. También se pueden añadir colorantes para modificar su color, según desee el repostero. Los nombres que se le dan a este tipo de azúcar en otros países son los siguientes:
Los deliciosos ejotes, perfectos para hacer unos rellenos o simplemente saltearlos con ajo y mantequilla para acompañar cualquier platillo. Muchas personas dicen que se pueden comer crudos, yo los prefiero cocidos al vapor o salteados. A continuación te comparto los diferentes nombres con los que puedes encontrarlos alrededor del mundo:
-Judías verdes -Vainitas -Habichuelas -Chauchas
Semillas de marañón
Para acompañar ensaladas o simplemente comerlas directamente. Puedes encontrarlas horneadas sin ningún otro ingrediente, o saladas. Te cuento bajo qué nombres puedes encontrar esta delicia en recetas de otros países:
-Nuez de la india -Anacardos -Nueces cajún
Albahaca
Sin albahaca no es comida italiana. Aunque esta especia esté relacionada estrechamente con la gastronomía italiana, su origen es hindú. Para mí, la albahaca es de las especias que no deben faltar en mi cocina, es muy fácil de cultivar, motivo por el cual recomiendo sembrarla en el patio o alguna maceta. Aquí te comparto los nombres con los que encontrarás la albahaca en recetas de otros países:
Al menos mil 218 años de servicio se le calculan al St. Peter Stifts Kulinarium. Este mítico restaurante está ubicado en Salzburgo, Austria; abrió sus puertas como una posada que ofrecía sus servicios de alimentación y bebidas para sus clientes, pero su calidad fue tan buena que logró colarse en los párrafos poéticos del erudito inglés Alcuino de York, quién servía al emperador Carlomagno. En el año 803 D.C., cuando Alcuino York publicó su antología “Carmina”, dedicó un poema a dicha posada. Es de este poema que se logra sacar la conclusión de la edad de este restaurante.
La historia documentada ha logrado demostrar que los espacios de este maravilloso lugar han albergado a personalidades como Mozart, en la época pasada, hasta a Clint Eastwood en la época moderna.
En la actualidad, Stifts Kulinarium ofrece platillos de alta cocina, ha sabido mantener la arquitectura de la época antigua y combina perfectamente la historia con el espíritu de los tiempos modernos. Sus 11 salones de hoy en día son, por mucho, impresionantes, tanto los que están al aire libre como los que están bajo techo. De todos, los más recomendables son el salón al aire libre del patio interior, el festivo salón barroco o el Richardstube, la antigua bodega del monasterio en el que surgió. Este restaurante puede llegar a albergar a más de 900 personas al mismo tiempo. Los críticos afirman que este restaurante es de todo, menos normal.
Este entrañable establecimiento austríaco cuenta, como su especialidad, el “tafelspitz”, un plato de carne hervida con manzana rallada y rábano picante.
Traducido literalmente del inglés al español, esto significa comida pornográfica. En redes sociales es muy común ver el hashtag “#foodporn”, pero ¿qué tiene que ver la comida y la pornografía?
Todo data desde 1977, cuando la revista The New York Review Of books publicó un artículo en el que menciona que, “el verdadero gastro-porno aumenta la emoción y también el sentido de lo inalcanzable al ofrecer fotografías en color de varias recetas completas”; de aquí surge la idea de dar origen a la palabra food porn. En 1984, la crítica feminista Rosalind Coward en su libro “deseo femenino” define lo siguiente:
“Cocinar comida y presentarla bellamente es un acto de servicio. Es una forma de expresar afecto a través de un obsequio. Que debamos aspirar a producir alimentos perfectamente terminados y presentados es un símbolo de participación voluntaria y agradable al servicio de los demás. La pornografía alimentaria sostiene exactamente estos significados relacionados con la preparación de alimentos. Los tipos de imagen utilizados siempre ocultan el proceso de producción de una comida. Siempre están bellamente iluminados, a menudo retocados.”
En la actualidad, redes sociales fotográficas como Instagram o Pinterest han acuñado a la perfección este concepto; y es que actualmente este término se usa para presentar de manera glamorosa fotografías de alimentos y eventos culinarios con la idea de promover su consumo. Los alimentos promocionados bajo este concepto pueden ir desde los muy grasosos hasta los platillos más exóticos. El punto es que despiertan el deseo de disfrutar comiendo, relacionando todo esto indirectamente con el placer sexual.
Como dice Toni Castillo, de la página Bon Viveur, “Podemos estar hablando de un buen entrecot siendo cocinado en una parrilla, una paella valenciana haciéndose a leña, una buena bandeja de sushi, una hamburguesa chorreante de salsa y jugo, una tortilla con patata (y tal vez un poco de cebolla) sin terminar de cuajar, unos exquisitos chipirones fritos, una ensalada con pimientos asados. Seguro que todo el mundo tiene un buen número de platos que, puestos ante sí físicamente o a través de una fotografía, provocan los rugidos de su estómago“.
Recordemos aquello de que “la comida entra por los ojos”. El food porn representa la materialización de esa frase.
El día a día en los restaurantes puedes ser muy florido, presentándose situaciones que ponen a prueba la paciencia de los meseros, gerentes y cocineros. Aquí te comparto la lista de las cinco cosas que más odian los restaurantes de los clientes.
1. No respetar la hora del cierre
El trabajo en la cocina es muy físico, por lo tanto también es agotador. Cuando la hora de cierre se aproxima todo mundo corre para finalizar sus labores (lavar platos, lavar el piso, limpiar el equipo, etc). Pero nunca falta el cliente que llega al filo del cierre, tomándose todo el tiempo del mundo para elegir su comida y, por si fuera poco, pretende que la cocina esté funcionando al 100% mientras su presencia se alarga en el establecimiento, lo cual representa pérdidas para el lugar; por ejemplo, tener la freidora encendida por si al cliente se le apetece una orden de papas fritas para saciar su apetito después de un plato fuerte no es ganancia.
2. Mala actitud
El que paga, manda, dicen los altaneros. Como si se tratase de su casa, muchos clientes llegan con mala actitud a los restaurantes, pretendiendo ser tratados como reyes mientras ellos maltratan al personal con palabras o acciones fuera de lugar. Recuerdo ver a una compañera entrar llorando a la cocina por los comentarios de un cliente hacia ella. El maleducado cliente llamó a la compañera y le dijo: “con ese cuerpo, te mantengo con todo e hijos, no tendrías necesidad de trabajar”; al mismo tiempo, el cliente tomó desprevenida a la compañera y le agarró la mano, algo que la impactó y la hizo pasar un mal momento. La decisión de la gerencia fue expulsar al comensal del lugar.
3. Los críticos
Muchas personas llegan con aires de grandeza a restaurantes. Y no se lo piensan dos veces al momento de llamar la atención de los otros comensales a su alrededor, empiezan a reclamar en voz alta, tratando de ganar la moral del mesero. En un día cualquiera, mientras comía con mi familia en un restaurante de la capital, una señora empezó a vociferar fuertemente que “cómo era posible que no le sirvieran un lomito de cerdo termino medio”. Luego de que el mesero amablemente le explicara las consecuencias de comer carne de cerdo no muy cocida, ella no tuvo más opción que bajar la cabeza. Recuerden, la carne de cerdo debe cocinarse bien para lograr matar las bacterias y parásitos que contiene o puede contener.
4. Faltar a una reservación sin avisar
Muchas veces los restaurantes recurren a cambios de última hora en la posición de sus mesas y asignan espacios que otros clientes desean al momento de cumplir con reservaciones hechas por otro clientes. Aquí entra en juego la conciencia de la persona que ha reservado el espacio; pues es de muy mal gusto dejar al restaurante “vestido y alborotado”. Consideremos que el espacio asignado pudo ser usado por otros clientes. En muchos casos se deja de atender a personas por tener los espacios reservados, así que, recuerda: el restaurante te agradecerá avisar si no llegarás a la reserva que has hecho.
5. Reclamar por la cuenta
Sólo los restaurantes de “alta cocina”, donde los ricos y famosos comen, se dan el lujo de no poner los precios de sus platillos en el menú. Pero en nuestro país no hay restaurante con carta sin precios. Aún así, he visto muchas veces personas que reclaman por el total de su cuenta luego de haberse atiborrado. Es muy penoso estar explicándole al cliente y recordándole todo lo que ha comido y bebido para que acceda a pagar la cuenta; normalmente, este tipo de personas se quedan grabadas en la mente del personal y son vistos como clientes no deseables. Aunque en la mayoría de casos no se les hace saber tal distinción otorgada por el personal, la atención que se les brinda se delega en la gerencia.
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